Fuimos campeones

El plantel volvió al país tras obtener la Copa Suruga Bank en Japón. Cerca de 50 hinchas lo recibieron en el club con banderas y aliento.

JONATAN WETZEL | jwetzel@ole.com.ar

"Parece que ahí llegan", le dice el nene de unos ocho años a su abuelo, que roza los 70. La brecha de edad que los diferencia queda de lado gracias a la banda roja que cruza el celeste de las camisetas que tienen ambos, que son apenas un par de los 50 que fueron al club a recibir al plantel, que llegaba de Ezeiza tras 40 horas de vuelo. Ellos, como muchos otros, el miércoles amanecieron más temprano que nunca para ver como Arsenal ganaba la Copa Suruga Bank, tras derrotar a Gamba Osaka en Japón. El reloj marca las 16.20 y el micro de la empresa Chevallier entra por el portón de la calle Solís, mientras el medio centenar grita: "Dale campeón, Dale campeón".

Las banderas se mueven y los hits cambian. Los "...que este año desde el Viaducto salió el nuevo campeón" y "Vamos Arsenal, gracias por la copa..." dejan las gargantas coloradas. Bajan los héroes y a chocar las palmas. Alejandro Gómez es el primero, lo sigue el histórico Darío Espínola, Aníbal Matellán, Facundo Sava... Cambian los nombres pero la escenografía es la misma: aplausos y palmada al jugador, que responde con una sonrisa. El más aclamado es el goleador de turno, Carlos Casteglione. "Nos costó mucho conseguir la Copa, pero se la pudimos traer a esta gente a Sarandí", dice el capitán. Pero es una metáfora, porque el trofeo no está en el micro, sino en la casa de un directivo, que lo trajo una hora después. "Estamos cansados, pero muy felices", agrega el Papu Gómez al pasar.

Tras una charla con Daniel Garnero en el centro del campo empieza el trabajo regenerativo en la cancha. Los jugadores trotan y la gente los aplaude cada vez que pasan. Entre ellos el nene, que no le pregunta a su abuelo la razón por la que brillan sus ojos. Reflejan la esperanza de que este sueño copero no se termine nunca...

Nota publicada en Olé, el 02 de agosto de 2008.

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